Comunicación política digital: We the e-People
Escuchar, escuchar atentamente. Esta parece la máxima que obsesiona a la política en la última década y que tiene en la apertura de (nuevos) canales de comunicación su principal expresión. Una apertura en la que ha insistido el marketing político en su constante empeño por procurar el idilio entre la oferta y la demanda. Las TIC y las redes sociales que cambiaron el marco de referencia, el modo en el que se relacionan los actores dentro del espacio en el que se desarrolla la comunicación política, procuran una interacción más dinámica, más volátil… más imprevisible. La tecnocratización de la sociedad, con la que los responsables políticos y públicos podían conocer a golpe de encuesta los problemas de los ciudadanos, sus demandas, su grado de aceptación de las propuestas políticas… se ha visto superada, no por haber perdido capacidad a la hora de recoger información sensible, sino por no favorecer la incorporación activa de los ciudadanos.