Sistema electoral de Alemania



La configuración del sistema electoral alemán hereda, como en muchos otros casos, los miedos y deudas del pasado. El fracaso de la República de Weimar y el ascenso del nazismo se atribuye a la combinación de un sistema partidista fragmentado que permitió copar el poder al NSDAP (generado por un sistema electoral altamente representativo y con un método de reparto de difícil aplicación) y a los poderes que el artículo 48 otorgaba al Presidente de la República. La RFA y la Alemania reunificada atacaron estos dos problemas: fortalecieron la figura del Canciller y ‘desvistieron’ la del Presidente de la República; y configuraron un sistema electoral que procurase una elevada representatividad en la que la cooperación entre distintas fuerzas políticas fuese la nota más característica del sistema de partidos resultante (los gobiernos de coalición son la fórmula habitual) además de favorecer el establecimiento una relación más cercana entre los ciudadanos y sus representantes políticos. Con esta intención se opta, para el Bundestag, por un sistema proporcional personalizado en el que se combina una fórmula mayoritaria para la mitad de los escaños (circunscripciones uninominales) y un reparto proporcional para el resto.

¿Quién puede participar en las elecciones?

Las elecciones se celebran cada cuatro años, y participan los ciudadanos alemanes de más de 18 años mediante sufragio universal, libre, directo, igual, secreto. El elector cuenta con dos votos, uno para la candidatura uninominal y otro para una candidatura de lista. 

¿Cómo está formado el Bundestag?

La Dieta Federal (Cámara baja) se compone de al menos 658 asientos. Número variable que se determina por el resultado del escrutinio y la asignación de escaños. Éstos se dividen en dos grupos, 299 circunscripciones uninominales que se eligen mediante un sistema mayoritario (el candidato que más votos obtiene se queda el escaño) y el resto se reparte por listas empleando un sistema proporcional. Por lo tanto, para la elección se emplea un sistema en el que se combina un método directo y otro proporcional que intenta garantizar una adecuada representatividad y asegurar una relación más efectiva entre representantes y representados.

¿Cómo se vota?

A los electores se les facilita una papeleta con dos espacios diferenciados. En un lado tienen el nombre de los candidatos que se presentan por su circunscripción y que pueden ser elegidos directamente. En el otro lado las listas de los partidos que se presentan a nivel federal.

Los ciudadanos cuentan con dos votos:

- 1º Voto (Erststimme): en cada circunscripción los electores eligen directamente, mediante el sistema mayoritario, a su representante (los que se encuentran a la izquierda de la papeleta).

- 2º Voto (Zweitstimme): listas cerradas y bloqueadas a nivel federal, el elector vota por una y su voto es computado para proceder, en un momento posterior, al reparto de los escaños que proceda.

Nada impide a un candidato presentarse por un distrito uninominal y colocarse en la lista de su partido, pudiendo ser elegido directamente o por el método proporcional.

¿Cómo se reparten los escaños?

Sin duda la mayor originalidad del sistema alemán en su esfuerzo por obtener una elevada representatividad es el método de asignación de escaños que prevé. Por una parte, todos aquellos escaños que han sido asignados (ganadores) por el voto directo en los distritos uninominales van directamente al Bundestag. Por otra parte, todos los segundos votos son contabilizados y se realiza un reparto de los escaños aplicando el método Sainte-Laguë entre aquellas candidaturas que hayan obtenido más de un 5% de votos válidos o, al menos, hayan ganado en tres distritos uninominales (hasta las elecciones de 2009 se empleaba el Cociente Hare como método de reparto). Esta operación ofrece como resultado el número total de escaños en la Cámara que le corresponde a cada partido a nivel federal. A este número se le resta los escaños que cada partido ya ha obtenido por la asignación directa, resto que indica el número de diputad@s que deben salir de la lista electoral (el segundo voto). Un reparto (no tan) complejo en el que caben tres situaciones:

1.- El número de escaños que recibe a través del segundo voto es menor al número obtenido en la asignación directa. Si el número de escaños es menor a los que ha obtenido por el procedimiento de elección directa no sucede nada. Se respeta esta elección. Es decir, se añaden escaños de más a la Cámara baja (conocidos como los Überhangmandate). Es por ello por lo que el número total de asientos del Bundestag es variable, con un mínimo inicial que se ajusta en virtud de este reparto.

El sistema alemán prevé la incorporación de estos escaños de más, respetando las asignaciones directas, en un intento de priorizar aquellos representantes que han sido elegidos directamente por los ciudadanos en detrimento de aquellos que han sido 'preseleccionados' por los partidos para integrar sus listas electorales.

2.- El número de escaños que recibe a través del segundo voto es el mismo que los obtenidos en la asignación directa. Si se produce esta circunstancia no se asigna ningún escaño derivado del segundo voto.

3.- El número de escaños que recibe a través del segundo voto es mayor que los que ha obtenido en la asignación directa en los distritos electorales. Si un partido obtiene siete escaños por el primer voto y diez escaños por el segundo, el número total de asientos que le corresponden en la Cámara es de diez. Por lo tanto, los siete escaños que son elegidos directamente en los distritos uninominales mantienen su mandato y se suman otros tres candidatos que salen de la lista de partido (que ha recibido los segundos votos) para completar los diez que le corresponden.


¿Qué propósito persigue este sistema electoral?

El sistema busca el establecimiento de una relación más directa entre los electores y los representantes políticos a través de los distritos uninominales y una alta proporcionalidad mediante el reparto del segundo voto. Se abre, de este modo, un escenario en el que los electores pueden actuar estratégicamente optando por unos candidatos en los distritos uninominales y concediendo su segundo voto a otros partidos. De este modo se intenta premiar o ayudar a opciones minoritarias, pues se interpreta que el elector votará por dos opciones diferentes ('vote splitting'), incrementando la representatividad de la Cámara y, por tanto, del sistema político. Sin embargo, esto se ha conseguido solo parcialmente dado que los electores, por norma general, han preferido optar por opciones partidistas mayoritarias en el segundo voto. Por lo tanto, no ha sido suficientemente efectivo en este propósito, no ha conseguido aumentar la representatividad 'premiando' a partidos pequeños u opciones minoritarias. 

¿Qué problemas ha generado?

Uno de los problemas que ha suscitado el sistema electoral del Bundestag ha sido el reparto de los escaños sobrantes (los Überhangmandate). Durante las primeras elecciones el ajuste estos escaños era mínimo. Tan solo unos pocos. Sin embargo, a medida que el sistema se consolida y avanza, el número de escaños fue creciendo (22 en la última legislatura) hasta plantear una duda razonable: ¿se está pervirtiendo la proporcionalidad de los resultados mediante este reparto secundario? En este sentido, en el año 2008, tras una controversia electoral*, el Tribunal Constitucional resolvió la existencia de una anomalía en el sistema electoral denominada negatives Stimmgewicht bei Wahlen (explicada en la Sentencia de la Sala Segunda del 3 de julio de 2008, 2 BVC 1.7, 2 BVC 7/07), exigiendo una modificación de la Ley antes de junio de 2011. La coalición gubernamental CDU/CSU-FDP** propuso la reducción del peso de los negatives Stimmgewicht contabilizándolos de manera independiente en cada Länder, sumándolos solo para el cálculo de los asientos en el Bundestag, lo que permitiría seguir con los escaños sobrantes pero de una manera atenuada. Reforma que no ha prosperado por la falta de acuerdo entre los principales partidos alemanes.

¿La alta representatividad alemana es incompatible con gobiernos estables?

El sistema electoral del Bundestag, Cámara que elige al Canciller, ofrece como resultado un sistema de partidos en el que es difícil encontrar mayorías prefrabricadas. Lo habitual en el sistema político alemán son gobiernos con apoyo parlamentario o gobiernos de coalición, estables y con una alta legitimación popular pues son fruto del consenso de dos o más partidos***. El sistema, de este modo, cumple con uno de sus propósitos principales, evitar gobiernos monocolores que puedan escapar a los contrapesos democráticos que prevé la constitución. Se crea un modelo en el que la cooperación entre las distintas fuerzas políticas se hace inherente a la propia competición partidista.

_______________________________
* En septiembre de 2005, poco antes de celebrarse las elecciones, fallece Kerstin Lorenz, candidata de la NPD en el distrito de Dresde. Ante la proximidad de las elecciones, sin tiempo material para cambiar las papeletas de voto, se decidieron retrasar los comicios en este distrito que contaba con un censo de unos 210.000 votantes. Tras las elecciones (salvo de Dresde) y el reparto de los escaños sobrantes, los resultados mostraron un reparto muy igualado entre la CDU y el SPD. Motivo por el que la prensa, partidos y los propios ciudadanos inician un debate sobre qué interesa más cada partido, si ganar el escaño por reparto directo y también a través del segundo voto o solo en el primer voto. Tras los primeros cálculos, por ejemplo, la opción más beneficiosa para la CDU era ganar solo en el primer voto, pues de este modo le permitía obtener un candidato adicional en Renania del Norte-Westfalia (Länder en el que se encuentra Dresde). El ajuste entre el sistema de elección directa y el premio que podía conceder el sistema proporcional hizo que todos los partidos orientaran su estrategia electoral en este distrito, lo que evidenciaba una anomalía del sistema respecto a los escaños sobrantes que fue tratada por el Tribunal Constitucional.
** La CDU es el partido que tradicionalmente más se ha beneficiado de los escaños sobrantes.
*** Sin duda, la "Gran coalición" (Große Koalition) entre la CDU (democristianos) y el SPD (socialdemócratas) ha dado origen a los gobiernos de coalición más reconocidos de Europa dada la adscripción ideológica de los partidos integrantes. Fórmula que se ha empleado en dos ocasiones: durante la Cancillería de Kurt Georg Kiesinger (CDU) de 1966 a 1969 y de Angela Merkel (CDU) de 2005 a 2009.

Comentario(s) a la entrada