Cómo se financian las organizaciones empresariales



Corría el año 1977, la Transición democrática nuevamente como eje del actual sistema político-institucional, cuando Carlos Ferret Salat fundó la Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) fruto de la fusión de otros grupos de empresarios*. Los sindicatos ya habían salido de la clandestinidad y jugaban, en mayor o menor medida, como un actor más de proceso político. Una España en la que todo el mundo quería ser de izquierdas o de centro, según decía el propio Ferrer Salat, pero en la que nadie quería defender los intereses de los empresarios**.

La CEOE es una organización de organizaciones que integra a más de 220 entidades territoriales y sectoriales, tanto a nivel autonómico como provincial, y que tiene como principal objetivo la defensa de los intereses de los empresarios españoles. Si bien no es la única agrupación o asociación de empresarios, lo cierto es que es la más relevante dado su configuración como actor político. Forma para de lo que se conoce como concertación social, participando junto al Estado y a las organizaciones sindicales en las negociación sobre las materias relacionadas con el mundo laboral.

Una agrupación de carácter privado, como los son partidos políticos o sindicatos, que cuentan con un modelo de financiación no exento de críticas, pues se produce una convivencia de recursos privados y públicos a menudo poco clara.

¿Cuáles son las principales fuentes de financiación de la CEOE?

- Cuotas ordinarias y extraordinarias de los miembros
- Las aportaciones voluntarias que los miembros puedan abonar
- Los intereses que sus bienes patrimoniales puedan producir
- Otras donaciones que puedan recibir

¿Qué otros ingresos tiene la CEOE?

Al igual que sucede con los sindicatos, la CEOE cuenta con una amplía partida presupuestaría de origen público. Destinada a la formación, se trata de una subvención de carácter finalista (es decir, solo se puede emplear para el objetivo con el que ha sido concedida) y, por tanto, no puede considerarse como una fuente de financiación en sí. Subvenciones que conceden tanto el Estado como las Comunidades Autónomas.

[Subvención finalista ≠ Financiación]

Asimismo, las organizaciones empresariales perciben ingresos de erario público por participar en órganos  de carácter consultivo del Ministerio de Trabajo, Consejo Económico y Social… u otras ayudas de diversas instituciones públicas como la Agencia Española de Normalización y Certificación o la de Protección de Datos.

El principal problema que surge en este tipo de organizaciones es la opacidad contable que presenta. Aunque se trata de una entidad privada, la percepción de fondos públicos para el desarrollo de actividades formativas exige una mayor fiscalización. Anualmente las cuentas de la organización son auditadas, sin embargo la información que se hace pública se limita a un documento resumen de grandes partidas en el que es complicado observar el estado real de la contabilidad.

En este sentido, su posición es coincidente con la que defienden los sindicatos mayoritarios. Tanto UGT y CCOO, como la CEOE, han manifestado sus reticencias a formar parte de las organizaciones incluidas en el listado de la Ley de Transparencia al considerar que el peso que supone la percepción de recursos públicos en sus balances contables es muy inferior al de sus recursos privados. Sí a la vigilancia del dinero público, pero no a la publicación de toda la información sobre los recursos privados. Una oposición que contribuye a la opacidad y que alimenta las sospechas sobre la actividad real de estas organizaciones.
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*La CEOE nació de la fusión de varias organizaciones empresariales previas: la Confederación General Española de Empresarios, Confederación Empresarial Española, Agrupación Empresarial Española.
** Cabrera, M. y F. del Rey (2002), El poder de los empresarios, Madrid, Editorial Taurus.

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