Budd Dwyer, el político que se suicidó
Robert “Budd” Dwyer, político republicano estadounidense de escasa relevancia que, sin embargo, se convirtió en uno de los más famosos de su época por suicidarse durante una rueda de prensa que se retransmitía en directo por televisión. Estudio de caso habitual de las Facultades de Comunicación que lo emplean para debatir sobre cuáles son los límites de los contenidos que pueden emitirse en los medios.
Dwyer ocupó varios cargos políticos en el Estado de Pennsylvania: miembro del congreso, senador y tesorero del Estado. Una carrera política que se inició en la década de 1970 y que se truncó a mitad de los años 80’ cuando fue acusado de aceptar sobornos a cambio de beneficiar a la empresa de un amigo en la concesión de contratos públicos. Además de esta imputación, Dwyer fue acusado de fraude postal, asociación delictiva y crimen organizado. Pese a la gravedad de las acusaciones, en su condición de cargo público, las autoridades ofrecieron un pacto que incluía una condena menor, 5 años de prisión, a cambio de reconocer su culpabilidad. Algo a lo que se negó un Dwyer que defendió su inocencia.
Para hacer frente a las acusaciones empleó todos los medios que tenía a su alcance. Sin embargo, la presión pública y mediática se hizo insoportable. Las acusaciones de corrupción no cesaban. Presión que se vio acompañada de un proceso judicial en el que el fiscal pidió 55 años de cárcel y una importante multa económica. Con todo prácticamente perdido, el día anterior a finalizar el juicio y dictar la sentencia (22 de enero de 1987), Dwyer convocó una rueda de prensa con la intención de aclarar la situación. Una convocatoria que generó una enorme expectación especulando sobre una posible dimisión y reconocimiento de la culpa antes de ser condenado judicialmente.
Nervioso, compareció ante los medios leyendo una breve declaración en la que recalcaba, una vez más, su inocencia e impotencia ante tal situación. Palabras dramáticas en las que confesaba ser víctima de una persecución política en lo que definió como un gulag americano. Concluyó su lectura, llamó a tres de sus colaboradores y sacó cuatro sobres de su cartera. Tres de ellos se los entregó a sus ayudantes: una nota de suicidio para su esposa; una carta para el gobernador de Pennsylvania en la que se quejaba del sistema judicial y pedía que su mujer fuese nombrada Tesorera interina del Estado (cargo que él ocupaba hasta ese momento); y, por último, su carnet de donante de órganos. Después abrió el cuarto sobre que contenía una Magnum 357 al tiempo que recomendó a los asistentes abandonar la sala si les resultaba muy violenta la escena. Ante los intentos de los presentes de arrebatarle el arma, Dwyer les amenazó y rápidamente se disparó un tiro bajo la mandíbula que le atravesó el cráneo. Fue declarado muerto oficialmente media hora después.
Con el paso de los años, varios han sido los intentos de limpiar el nombre de Robert "Budd" Dwyer. De especial interés resulta la película documental "Honest Man: the Life of R. Budd Dwyer" en la que se plantean dudas razonables sobre el proceso de instrucción y el juicio por corrupción al político republicano.
Como hemos dicho antes, la rueda de prensa se emitía en directo, por lo que numerosos hogares del Estado de Pennsylvania vieron la escena sin filtro alguno. Un suicidio televisado en directo. La posterior edición de las imágenes para los cortes informativos, así como las instantáneas que se publicarían en la prensa el día siguiente, convirtieron este caso en uno de los ejes de un debate frecuente: cuál es el límite de lo que puede mostrarse en los medios de comunicación. O dicho de otro modo, cuándo las imágenes dejan de aportar información para añadir solo ‘epítetos’.
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